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viernes, 6 de septiembre de 2013

Narración en la EEP N° 330 "Filomeno Braccone"

Primer Día de Narración. No entendían nada de que se trataba, hasta que comenzamos a conocernos y disfrutar de la lectura, compartir sonrisas y un poco de descanso por supuesto. Las fotos reflejan un poco la introducción de lo que se desarrollara, es decir, los alumnos necesitan tener una mínima idea de para que se los convoca. Material Seleccionado de la Colección Cuentos Para Seguir Creciendo: "La Leyenda de los Hipocampos" de Silvia Paglieta. Quería compartirlo con todos ustedes. Agradezco profundamente al Director Carlos Almiron, la ViceDirectora Mirtha Raquel Toloza y todo el personal docente por brindarme la posibilidad de realizar estas actividades con los alumnos a través de la Biblioteca Escolar N° 373.
— en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco.




La leyenda de los hipocampos

Hubo una vez un dios que preguntó a los animales por su destino. 
-Ahora mismo debe decir cada uno de ustedes dónde se quiere quedar, si en el agua o en la tierra. 
Los animales se sintieron desconcertados. Estaban acostumbrados a subirse volando hasta el cielo o sumergirse en el fondo del mar o a comer alfalfa fresca en el campo con total libertad. 
Pero bueno, ahora había que decidir.
-Elegir es perde un poco-protestó un camello que se guardaba un poco de agua dentro de la joroba.
-A mí eso de siempre agua o siempre tierra me da un poco de miedo-comentó la trucha.
-La tierra tiene sus cosas y el agua tiene sus cosas-afirmó un conejo creído de decir una frase célebre e inolvidable.
Las vacas, sin dudarlo, se fueron lentamente al campo.
-Para nosotras se ha hecho pasto bien verde-opinaron.
Y los toros las siguieron.
Los pejerreyes eligieron rápidamente los ríos y los mares,pero se mantuvieron firmes en su deseo de ser siempre elegantes y de estar cerca del calor del sol.
La ballena no lo dudó:le gustaban las olas del mar.
Así cada animal se fue organizando, armando grupos ya sea para caminar sobre la tierra o nadar sobre las aguas.
Los cangrejos dudaron un poco:dos pasos para atrás,dos para adelante.Finalmente se quedaron cerca de la playa, por si podían hacer alguna trampita.
Mientras tanto las plantas también iban organizándose,por las dudas se les preguntara.El ombú se fue para la pampa.
Los sauces, cerca del río
Las algas, al fondo del mar.
Sin embargo ese dios,antes que terminara la jornada, vio que algunos animales todavía estaban dudando:
-¿Què les pasa a ustedes?-preguntó a la gran familia de caballos-¿Ya eligieron lugar donde vivir?
Entonces,el caballo de cola más larga empezó a relinchar una explicación.
Habló largo rato.Explicó todo lo que pudo,aún en idioma que no entendían todas las especies,que ni siquiera comprendían los de su gran familia.
Esa misma tarde,a llí donde la espuma se rompe contra las piedras,los caballos resolvieron separarse en dos grandes familias:la de los caballos de tierra y la de los caballos de agua.
Los caballos de tierra andan corriendo por la pampa.
Son los caballos salvajes qu están cerca de las sierras.Usan colas largas,flequillo y crin Les encanta conquistar a las yeguas que suben piedra por piedra para verlos desde lo alto del valle.
Los caballos que resolvieron quedarse en el mar formaron otra familia,la de los hipocampos,
Cambiaron de color.
Se hicieron cristalinos y pequeños.
Ellos tienen los ojos bien alertas,porque no es fácil vivir allí.Por eso con un ojo andan siempre buscando una pareja para tener hijos y con el otro ojo miran para ver si algún pez se los quiere comer.
Les encanta dormir entre los corales, armar allí un lugar con algas y caracoles para que venga la hembra y los fecunde. A los hipocampos machos les gusta quedarse esperando que nazcan los doscientos hijos que tienen cada vez que son fecundados por las hembras.
En cambio ellas, sólo desean nadar entre cardúmenes llenos de color, meterse dentro de las cuevas y nadar por los mares cálidos buscando leyendas que están siempre entre las aguas de los mares más profundos.

FIN









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